"Misión imposible" kafkiana, "El prisionero" elevado al cubo, filosofía cuántica con escenas de acción... se puede intentar encuadrar esta película pero ¿para qué?
Anoche Claudio y yo recuperamos nuestra costumbre de ir al cine juntos para ofrecer dos puntos de vista en nuestra crítica y no pudimos escoger mejor, el film de Chris Nolan no decepciona y tampoco deja descanso al espectador. Las 2 h y media de metraje dejan exhausto al más pintado, no sólo por la trepidante acción que jalona toda la historia sino por sus conceptos y metaconceptos que exigen una atención inusual en el cine comercial. El propio cartel de la película nos da pistas sobre las continuas paradojas a las que se enfrentan los protagonistas, decorados con reminiscencias escherianas, sueños dentro de sueños que en realidad son sueños... aviso para navegantes, no vayáis a verla si habéis tenido un día agotador, "Origen" requiere reflejos inmediatos y comprensión rápida. Otro consejo: si alguna venerable anciana se ha sentado a vuestro lado, ¡cuidado! se estará preguntando en voz alta "¿Qué pasa?" continuamente para ver si alguien se apiada de ella y le explica la
trama.
Nolan ha sabido aunar, además, un reparto excepcional que hace creíble el enrevesado argumento. Actores de distintas nacionalidades (¡horror! ¡doblaje con acentos!) que cumplen perfectamente su misión. Me quedo con Joseph Gordon-Levitt, carne de cine indie y elegido por Nolan como villano de su tercer Batman. Nadie recuerda ya que tuvo que sustituir a James Franco a última hora por un retraso en la producción. Este actor de espigado aspecto consigue despertar la sonrisa y además protagoniza la escena de acción más elegante que he visto en los últimos años.
Recomendable, muy recomendable.
MACÍAS
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