En la anterior entrada Claudio se quejaba de la invasión de "falso" cine en 3D, películas que se apuntan al carro de la actualidad tecnológica pero que no fueron rodadas pensando en eso. Digamos que la única que se puede considerar específicamente en 3D sería "Avatar", a partir de ahí nos llegaron pestiños como "Furia de Titanes" o películas mucho más merecedoras de crédito como la "Alicia" de Tim Burton pero cuya realización no es la adecuada para este tipo de visión. Mareos constantes ante los travellings acelerados, pérdida del objeto de atención primordial por el movimiento de la cámara amén de las molestas gafas, sobre todo para los que ya llevamos unas de serie; así podríamos resumir la experiencia en una sala de cine.
Pero todo esto no es nuevo, los primeros experimentos del entonces denominado "cine en relieve" son del siglo XIX y en 1935 se produjo la primera proyección con gafas bicolores. Todo eran pruebas hasta que en 1952 se estrenó "Bwana Devil", la foto de la izquierda corresponde al estreno y fijáos en la felicidad del respetable.
La crítica la puso pingando pero el público estaba encantado con la novedad. En 1953 se estrenó "Los crímenes del museo de cera" de André de Toth, un director con parche en el ojo izquierdo...
En su día la película no tuvo gran repercusión pero cuando se re-estrenó sin la Stereovision 3D consiguió una buena recaudación y la crítica se fijó en ella como una peliculita de terror con posibilidades de convertirse en título de culto. Vincent Price era el protagonista de este film que conoció una versión reciente que avergonzaba al más pintado.
¿Por qué la llegada del 3D precisamente a mediados de los 50? Respuesta sencilla: la televisión había suplantado al cine como medio de masas, ya en aquellos años se emitían musicales que reunían a toda la familia y series de cierta calidad producidas por los grandes estudios, que tampoco querían perder comba en el nuevo negocio, una vez demostrado que tenía futuro.
Los responsables de los sistemas de cine en relieve intentaron hacerse con el favor del público de varias maneras e incluso se convenció al maestro del suspense para que probara la técnica. Lo hizo en "Crimen perfecto" con Grace Kelly y Ray Milland, una película que vista hoy sorprende por ciertos planos, la colocación de la cámara buscaba, entre otras cosas, un mayor impacto teniendo siempre en cuenta que la imagen se suponía que "saldría de la pantalla". Tampoco fue un gran éxito.
Poco a poco la moda del relieve se diluyó, sólo los espectadores que se sentaban en el centro y a cierta distancia podían disfrutar de ese efecto y los costes eran demasiado caros para el poco rendimiento que se les estaba sacando. Al poco tiempo llegó el Cinemascope que supo encontrar su nicho de mercado en las superproducciones y sustituyó al 3D como novedad tecnológica.
Durante mucho tiempo se quedó relegada a las proyecciones en parques de atracciones y ahora intenta volver pero el taquillazo de "Avatar" puede no ser suficiente...
MACÍAS
La verdad es que vivimos una situación global cíclica y todo acaba volviendo como si de una novedad se tratara, el 3D es una de esas cosas que con el tiempo acabará desapereciendo de las salas aunque apareciendo en nuestras casas, Sony empieza a sacar televisores ya con esta tecnología, seguramente yo no la tendré en casa, pero en el fondo como cualquier moda espero sea efímera.
ResponderEliminarPAN