En estos días de actrices intercambiables, de estrellas sin carisma, de divas sin personalidad la figura de Kay Kendall se me antoja aún más fascinante. Esta británica murió con tan solo 33 años en 1959, apenas nos dejó unas cuantas películas y, sin embargo, sus interpretaciones mantienen un magnetismo increíble.
¿Por qué hablar precisamente hoy de ella? No hay ninguna razón, no se cumple ningún aniversario que yo sepa y no se ha reeditado recientemente ninguno de sus films... Simplemente hoy me apetece reinvidicarla porque anteayer cenando con un amigo me recordó lo fantástica que estaba en la comedia "Mamá nos complica la vida" (The Reluctant Debutante) en la que compartía plano con su marido, Rex Harrison, y con Angela Lansbury. Si bien se considera una obra menor de Vincente Minelli hay que reconocer que esta comedia teatral de alta sociedad contiene algunos diálogos brillantes y que la combinación de la pareja Kendall-Harrison secundados por la Lansbury destila complicidad
Sus dotes para la comedia ya habían sido demostradas en la comedia musical "Les Girls" dirigida por George Cukor y coprotagonizada por Gene Kelly, Mitzy Gaynor y Taina Elg
Precisamente por esta película Kendall conseguiría un Globo de Oro en 1958. Su carrera estaba lanzada tras un comienzo poco prometedor en 1946 en "London Town", un auténtico fracaso del cine británico. Si bien ya había participado en otras películas previamente, ésta podría haberla catapultado a la fama... pero no fue así. Hasta que en 1953 fue elegida como una de las protagonistas de "Genevieve" deambuló por títulos menores que no ayudaron a cimentar su carrera pero sí le dieron experiencia frente a las cámaras.
Provenía de una familia artística, su abuela materna era actriz de comedia musical, su padre se dedicaba al vaudeville y su hermano también era actor. Quizás ese ambiente ayudó a desarrollar esa personalidad glamourosa pero sin sentido del ridículo, de hecho parece que donde realmente se encontraba cómoda era parodiando a la High Society... y era extraordinaria haciéndolo.
Hacer de chica buena en una de las películas de la serie "The Doctor" protagonizada por Dirk Bogarde o de novia de Robert Taylor en su rol de Quentin Durward no era precisamente su cometido ideal pero lo asumía con profesionalidad. Su coincidencia con Harrison en "The Constant Husband" (1955) supuso una inflexión en su vida puesto que comenzaron una relación a pesar de que él estaba casado con Lilli Palmer (la inquietante directora de La Residencia, la película de Chicho). Fue Harrison quien recibió la noticia de que Kendall tenía un tipo de leucemia que no le permitiría vivir mucho así que llegó a un acuerdo con su esposa para separarse y casarse con su amante para cuidarla. A todo esto, Kay nunca supo que estaba tan enferma, creía tener una deficiencia de hierro. Cuando falleció su carrera estaba despegando a nivel internacional y su última película "Once more, with Feeling!" se estrenó de manera póstuma en 1960.
La reivindico pues desde esta plataforma... si es que alguien nos lee...
MACÍAS
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