lunes, 7 de marzo de 2011

El ilusionista. La suave cadencia de Sylvain Chomain.

La que fuera directora de "Les Triplettes de Belleville" y de aquel delicioso corto incluído en el film comunitario "Paris, je t'aime" nos ofrece ahora una película sobre la decadencia de un mago. Basada en un guión del genio del humor Jacques Tati, olvidado durante medio siglo, adaptado por la propia directora y reconvertido en una historia amarga, con leves toques de humor que de vez en cuando nos invitan a la sonrisa y siempre a la reflexión.
El personaje principal asume el físico del mismísimo Tati lo que supone un gran acierto para el espectador francés que, al fin y al cabo, es el público potencial de esta cinta.

Este mago de tres al cuarto que deambula por teatrillos de music hall ante el desinterés del escaso público de la platea intenta sobrevivir en el París de 1959. En realidad sólo los primeros minutos del metraje transcurren en Francia; en busca de nuevos contratos se traslada a Londres, de allí a un pequeño pueblo escocés y finalmente a Edimburgo a donde le sigue una jovencita que queda fascinada por sus trucos en la posada escocesa. El ilusionista no quiere que la niña pierda su ilusión o tal vez es que no se resigna a perder a su única espectadora.

Esta relación se convierte en un problema para este cincuentón sin recursos económicos que, de repente, se encuentra con una hija que no hace más que pedir, pensando que todo se consigue con un chasquido de dedos.
La Chomain no decepciona a sus seguidores, la languidez de la historia posiblemente espante a un público no acostumbrado a este ritmo pero todos quedarán fascinados por la riqueza estética. Diseño de personajes impecable, fondos a la acuarela, movimientos fluídos... Una golosina visual que merece la pena ver aunque sea difícil de encontrar en nuestro país.
MACÍAS

No hay comentarios:

Publicar un comentario